Esta semana no solamente el libro de cuentos que os mostré me trajo recuerdos de la infancia, también lo hizo algo que os enseño a continuación.
Seguro que algunos sabéis de qué se trata. Es una esgranadora para el maíz y diréis "¿qué tiene esto que ver con un blog de un aula de infantil?", pues tiene su explicación.
Paula, la profe de Asturianu, en el trimestre anterior organizó una escapulla de maíz en la entrada del cole. Niñ@s, profes y algunas familias, pasamos una tarde muy entretenida realizando una labor muy nuestra pero que cada vez se tiene más olvidada.
A mí en particular, me trajo muy buenos recuerdos ya que era algo que se hacía cada año en mi casa cuando yo era pequeña y para nosotras y también para el resto de niños del pueblo, era una verdadera fiesta. Nos reuníamos todos los vecinos en las casas. Unos escapullaban o esbillaban (como se decía aquí), otros, los más hábiles, enrestraban y los críos éramos los encargados de apurrir el maíz a los enrestradores. Pero sin duda lo mejor era que al terminar en cada casa, siempre había celebración.
Pero la labor no termina ahí, después de secar el maíz tocaba esgranalo y en el Colegio no íbamos a ser menos, así que un día hablando con Paula de que ya se acercaba la fecha de esgranar, le comenté que en mi casa teníamos una esgranadora con la que mi hermana y yo preparábamos la molienda de pequeñas y Paula, mostrando la ilusión que la caracteriza, se ofreció a ir a mi casa a buscarla con la su furgoneta y aquí la tenemos.
Los críos esgranaron a mano y usando los tucos, pero también usaron la esgranadora y a mi, como os imaginaréis, me hizo una ilusión tremenda y a ellos les encantó.
(En las fotos creo que solamente faltan Nel y Carlota que esos días estaban malinos)
Muchas gracias a Paula por haberme hecho revivir momentos inolvidables de mi niñez.
¡GUAPONA!