Ya hemos terminado nuestras hojas de Otoño y mirad que contento se ha puesto nuestro árbol al verlas.
Después darles color con la divertida técnica de las canicas, llegó la parte más difícil; picarlas con el punzón.
Puede parecer sencillo, pero se trata de una actividad que implica un trabajo de motricidad fina importante y que dejó con la mano agotada a mis peques.
Aquí os dejo alguna foto del proceso.
Pero la recompensa a tato trabajo llegó hoy y no veáis cómo han disfrutado con los juguetes nuevos (ya os dejaré alguna foto por aquí)